sábado, 20 de febrero de 2016

¿Tienes algo nuevo para contar?

Escribo porque encuentro aquí, en este espacio en blanco con posibilidad de publicar, una pregunta perfecta: "¿Tienes algo nuevo para contar?".
Es desafiante. Algo nuevo para contar.
¿Acaso alguien tiene "algo nuevo para contar"?
Ya todo está dicho. La novedad se la puede dar el carácter individual y personal, el propio sentido, el significado que puede darle el que lo lee, el efecto que produce en el otro. La realidad es que estoy enojada.
Estoy enojada porque tenía escrito un texto casi completo que fue tragado por un cartelito que me ofrecía conservarlo o descartarlo, pero solo respondía a la posibilidad de descartarlo y no lo pude salvar.
Y estoy enojada porque en septiembre murió mi hermana y tampoco la pude salvar.
Y estoy enojada porque del dolor y la desolación que deja la muerte nadie se puede salvar.
Escribía yo, hace un rato nomás (antes de que el ciberespacio devorara mi secuencia de palabras ya dichas tantas veces por miles de personas a lo largo de miles de años), que la muerte nos quita los interlocutores. Uno tras otro.
Los que elegimos solos, los que nos fueron dados desde el día de nuestro nacimiento.
Hoy leí una nota acerca de la conversación y me dejó reflexionando. Y me dejó triste, también.
Creo que entendí desde el principio del final que lo que más extrañaría de Ana sería su voz. Su voz dentro de una charla entre hermanas.
Desde un llamado para preguntar cómo se llamaba tal actor de tal peli hasta una conversación profunda, de esas en las que revelábamos secretos bien guardados.
Los chistes que se compartían desde tiempos inmemoriales que, con una sola palabra clave (ni falta hacía contarlos completos) lanzábamos una carcajada al aire.
Y nadie más los entiende ahora que ya no está.
Así, uno se da cuenta de cómo tantas cosas solo tenían sentido junto a esa persona.
Muere la persona y tantas otras cosas se van con ella.
Y todos los seres humanos sentimos igual o muy parecido. Hasta las discusiones o los pareceres distintos se extrañan. Se extraña todo.
Y solo los recuerdos son el contacto que seguimos manteniendo con los viajeros.
Transito hoy por ese período del duelo en el que la realidad se impone como una irrealidad.
El clásico "esto no pudo suceder", pero sí... sucedió irremediablemente.
Ese período en el cual uno sigue esperando encontrarse en su casa o en una reunión familiar o comunicarse por watsap o volver de vacaciones para llevarle el souvenir comprado pensando en ella y recibir su abrazo fuerte de bienvenida.
El lenguaje del amor es siempre, inevitablemente, cursi. Y el del dolor, también.
A todos nos da vergüenza expresar cualquiera de los dos sentimientos.
Por eso, llorar de a ratitos y a escondidas, ya se me va haciendo costumbre.
Nada nuevo estoy diciendo con todo esto.
Absolutamente nada.
Pasa que, los últimos tiempos, nuestras conversaciones fueron mentirosas.
Evitamos decirnos que ya sabíamos lo que sucedería. Evitamos llorar juntas y abrazadas, solo por no entristecer una a la otra.
Y hoy, creo que fue un gran error.
Pero, a veces, parecería que mientras no se nombra a la innombrable, se la ahuyenta.
Entonces nos reíamos, hablábamos de bueyes perdidos, de otros y nos decíamos "hasta mañana, cuidate". 
Y "te quiero mucho", personalmente, por teléfono y por escrito en los mails y por mensajito.
Eso fue lo mejor de los últimos tiempos: creo que nos quedó bien claro el amor mutuo que nos teníamos.
Tal vez, la posibilidad de conversar ya se haya terminado, pero el amor no tiene fin.
Y tampoco es nada nuevo para contar.

1 comentario:

  1. ...uno hace lo que puede en esos momentos.
    Es muy difícil no equivocarse en algo , porque uno está registrando cada palabra, cada movimiento..., cada gesto, queremos guardarnos cada segundo compartido para poder suplir los que ya no tendremos.
    Siempre hay algo nuevo que contar; si no lo hubieses contado, yo no estaría sabiendo que tuvimos que pasar por lo mismo con un ser muy querido, la empatía nos hace mejores personas.
    Un abrazo gigante !!
    PD: mi blog está abandonado, así es que si entrás, podés barrer un poco , o quizás alguien pasó y lo dejó perfumado ;-)

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